¡Que comience la investigación!
Para conservar bien un libro patrimonial, debemos comprender su historia, y para ello es indispensable respetar los mensajes que el libro transmite, aunque a veces sean difíciles de descifrar. Cada objeto librario se considera a la vez una pieza única y un elemento de un conjunto coherente: la colección.
Bibliotecarios, investigadores y conservadores-restauradores analizan minuciosamente ese objeto para identificar el contexto de su creación e interpretar su historia.
Por lo tanto, el estudio minucioso de un documento desvela su historia, a través de una serie de indicios. Dicho estudio contribuye, además, a proteger el libro y a evitar que sufra alteraciones fundamentales que podrían llegar a borrar sus huellas históricas.
Cada documento ilustra un tema o una preocupación específica, y en tal sentido es una de las muchas piedras del edificio intelectual que constituye una colección. Por eso, constituye una pieza esencial, una joya preciosa que proteger
Cuando observamos el manuscrito conservado bajo la cota H 156 en la Biblioteca Universitaria Histórica de Medicina de la Universidad de Montpellier, podemos deducir parte de sus peregrinaciones.