¿A qué llamamos patrimonio? Las obras muy antiguas o que existen en muy pocos ejemplares parecen ser patrimoniales por naturaleza propia, pero ¿qué ocurre con las producciones del siglo XX o incluso las del siglo XXI? Algunas obras que hoy nos resultan triviales corren el riesgo de desaparecer si no se toman medidas para protegerlas y quizás, en el futuro, lo lamentemos y nos hagan falta. ¿Significa eso que todo debe convertirse en patrimonio? ¿O no será acaso que la propia decisión de conservar un documento o un objeto sin límite de tiempo, estableciendo de esta forma un vínculo entre las generaciones, lo convierte en patrimonial?
Son muchas las personas que intentan definir, preservar y difundir el patrimonio por distintos medios. Si nos referimos al patrimonio escrito, los responsables de las colecciones en las bibliotecas, los conservadores-restauradores, los técnicos encargados de la digitalización, los fotógrafos, los mediadores e incluso los investigadores y los profesores aportan su contribución.
Son muchas las personas que intentan definir, preservar y difundir el patrimonio por distintos medios. Si nos referimos al patrimonio escrito, los responsables de las colecciones en las bibliotecas, los conservadores-restauradores, los técnicos encargados de la digitalización, los fotógrafos, los mediadores e incluso los investigadores y los profesores aportan su contribución.
Las universidades de la ciudad de Montpellier, en el sur de Francia, custodian un patrimonio escrito y gráfico excepcional. Su preservación y valorización depende particularmente de la labor de dos talleres: el de conservación y restauración, y el de digitalización y fotografía, ambos dependientes del Servicio de Cooperación Documental Interuniversitario, que le proponemos recorrer en estas páginas.
Los talleres patrimoniales del Servicio de Cooperación Documental Interuniversitario de Montpellier (SCDI) le invitan a descubrir su labor cotidiana, un día a día a menudo poco conocido en contacto directo con el patrimonio escrito y gráfico que conservan la Universidad Paul-Valéry Montpellier 3 y la Universidad de Montpellier.
Si bien la creación del SCDI se remonta al 1 de enero de 2021, los talleres de conservación y restauración, por un lado, y de digitalización y fotografía, por el otro, iniciaron sus actividades muchos años atrás y desde siempre han estado al servicio de ambas universidades para atender a sus necesidades de conservación y valorización del patrimonio escrito y gráfico.
El equipo del taller de conservación y restauración, heredero del equipo de encuadernadores restauradores nombrados en la década de 1980, está integrado por tres conservadoras-restauradoras graduadas, especializadas en el tratamiento de libros, manuscritos iluminados y obras gráficas. Gracias a su complementariedad y al enfoque deontológico con el que trabajan, desarrollan un amplio abanico de servicios de tratamiento, que se adapta a la mayoría de los documentos patrimoniales conservados en las bibliotecas universitarias de la ciudad de Montpellier. Además, con su papel de asesoramiento y asistencia a los responsables de los fondos patrimoniales de las universidades de Montpellier, el taller es actualmente uno de los pocos talleres institucionales que aún se encuentran en actividad en Francia.
El equipo del taller de digitalización y fotografía, por su parte, cuenta con dos personas formadas en el área de la documentación: una responsable de la digitalización patrimonial y un fotógrafo encargado de tomar fotografías y de gestionar la fototeca. En estrecha relación con el taller de conservación y restauración y con el servicio informático del SCDI, ambos ponen a disposición de los actores interesados las imágenes indispensables para la valorización de los documentos patrimoniales que forman parte de la biblioteca digital Foli@.
En las páginas sucesivas, se podrá descubrir el conjunto de tareas que todos estos profesionales llevan a cabo en la sombra para facilitar la difusión, el estudio y la transmisión a las próximas generaciones de estos valiosos documentos.